Diálisis Peritoneal y Hemodiálisis. ¿Qué son y para que sirven?
Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, el cuerpo necesita una forma alternativa de eliminar las toxinas y el exceso de líquidos. Aquí es donde entran en juego la diálisis peritoneal y la hemodiálisis, dos tratamientos clave para personas con insuficiencia renal. Ambos métodos ayudan a filtrar la sangre y mantener el equilibrio de minerales en el cuerpo, pero funcionan de maneras diferentes y se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente. En este artículo, exploraremos en qué consisten estos procedimientos y cómo pueden mejorar la calidad de vida de quienes dependen de ellos.
Diálisis Peritoneal
La diálisis peritoneal es un tratamiento para la insuficiencia renal que utiliza el revestimiento natural del abdomen, llamado peritoneo, para limpiar la sangre dentro del cuerpo. Este método ayuda a eliminar toxinas, desechos y líquidos extras cuando los riñones ya no pueden hacerlo.
Antes de empezar, un médico coloca un tubo suave llamado catéter en el abdomen. Luego, una solución especial de diálisis (agua con sal y otros componentes) entra al abdomen a través del catéter. Mientras la solución está ahí, absorbe las toxinas y el líquido extra del cuerpo. Después de unas horas, la solución se drena y se reemplaza por una nueva.
Cuando la solución de diálisis está fresca, elimina las toxinas del cuerpo rápidamente. Sin embargo, con el paso del tiempo, su efectividad disminuye. Por eso, es necesario cambiar la solución varias veces al día, entre cuatro y seis veces, para mantener el tratamiento eficaz. Este proceso se conoce como intercambio.
Los pacientes pueden hacer estos intercambios durante el día o por la noche, usando una máquina que bombea el líquido dentro y fuera del abdomen. Para que el tratamiento funcione correctamente, es crucial seguir las indicaciones del médico y realizar todos los intercambios según lo prescrito. Aunque la diálisis no cura la insuficiencia renal, puede ayudar a los pacientes a sentirse mejor y a vivir más tiempo
El paciente puede llegarse a sentir distendido del abdomen al momento que tiene el liquido en el abdomen y aumenta el volumen de este, pero no debería sentir ningún dolor


Como se realizan las dos diálisis peritoneales.
Diálisis manual:
Para realizar un intercambio de diálisis peritoneal de forma segura, sigue estos pasos:
- Lávate las manos y usa mascarilla quirúrgica: Esto ayuda a prevenir infecciones durante el proceso.
- Drena la solución usada: Conecta el tubo para vaciar la solución de diálisis usada desde el abdomen hacia la bolsa de drenaje. Al final del drenaje, podrías sentir un leve tirón que indica que casi todo el líquido ha salido. Cierra el sistema de transferencia cuando termines.
- Calienta la nueva solución: Antes de usarla, la solución debe estar a temperatura corporal. Puedes calentar la bolsa en una manta eléctrica o sumergirla en agua tibia mientras sigue en su envoltorio protector. Algunas bolsas también se pueden calentar en el microondas, pero nunca lo hagas si ya retiraste el envoltorio.
- Prepara el nuevo intercambio:
- Cuelga la nueva bolsa de solución en un portasuero y conecta el tubo.
- Retira el aire de los tubos dejando salir un poco de solución fresca hacia la bolsa de drenaje.
- Llena el abdomen con solución nueva: Abre o reconecta el sistema de transferencia y deja que la solución nueva fluya desde la bolsa colgante al abdomen.
Diálisis con maquina:
La diálisis peritoneal automatizada (DPA) utiliza una máquina llamada cicladora para realizar los intercambios de solución de forma automática mientras el paciente duerme. Esta máquina puede programarse para ajustar la cantidad de solución utilizada en cada intercambio y los horarios según las necesidades del paciente.
Cada noche, el paciente conecta de tres a cinco bolsas de solución a la cicladora, una para cada intercambio. Además, la máquina puede tener un tubo especial para la solución del último intercambio de la noche.
Durante el tratamiento, la cicladora realiza los siguientes pasos:
- Drenaje: Libera la solución usada del abdomen a través de una línea de drenaje.
- Calentamiento: Precalienta la solución fresca de diálisis para que esté a temperatura corporal.
- Llenado: Permite que la solución nueva fluya hacia el abdomen.
La cicladora también tiene un medidor de líquido que registra cuánta solución entra y sale del cuerpo. Algunas máquinas incluso comparan estas cantidades, ayudando al paciente y al médico a evaluar si el tratamiento está eliminando suficiente líquido y toxinas.
La diálisis peritoneal automatizada es una opción cómoda y eficiente que permite al paciente realizar el tratamiento durante la noche, facilitando una mayor calidad de vida.
¿Donde puede hacerse la diálisis peritoneal?
La diálisis peritoneal puede realizarse en cualquier lugar limpio y privado, lo que ofrece mucha flexibilidad para los pacientes. Esto incluye la posibilidad de realizarla en casa, en el trabajo e incluso mientras se viaja.
Si el paciente opta por la diálisis peritoneal automatizada, puede pedirle al proveedor de suministros que envíe los materiales necesarios a su destino con antelación. Si está fuera de casa y no puede llevar la máquina, también tiene la opción de realizar intercambios manuales.
Este enfoque flexible permite a los pacientes adaptar su tratamiento a su estilo de vida, manteniendo la continuidad del proceso de diálisis sin importar su ubicación.
Soluciones para Diálisis Peritoneal
La solución de diálisis se presenta en bolsas de diferentes tamaños: 1.5, 2, 2.5 o 3 litros. Estas soluciones contienen dextrosa (un tipo de azúcar) o icodextrina (un compuesto especial), junto con minerales. Su función principal es extraer toxinas y el exceso de líquidos de la sangre hacia el abdomen durante la diálisis.
Cada solución tiene una concentración distinta de dextrosa o icodextrina, diseñada para diferentes necesidades de filtración. El médico será quien recete la fórmula más adecuada según las necesidades específicas de cada paciente, asegurando un tratamiento eficaz y personalizado.
Cambios y cuidados
Cuando un paciente comienza la diálisis peritoneal, su rutina diaria experimentará algunos ajustes. Dependiendo de si está realizando diálisis peritoneal ambulatoria continua o diálisis peritoneal automatizada, los cambios en su horario varían.
- Horarios de Intercambio de Diálisis Si se somete a diálisis peritoneal ambulatoria continua, el paciente podrá decidir cuándo realizar los intercambios de diálisis, aunque necesitará interrumpir sus actividades diarias durante unos 30 minutos. Por otro lado, quienes elijan la diálisis peritoneal automatizada tendrán que configurar la máquina cicladora todas las noches para realizar el tratamiento durante el descanso nocturno.
- Actividad Física Durante los intercambios, el paciente podría sentir incomodidad debido a la solución de diálisis en el abdomen. Es importante discutir con el equipo médico sobre las actividades físicas permitidas, ya que algunas podrían estar limitadas temporalmente. Sin embargo, con las recomendaciones adecuadas, muchos pacientes pueden seguir realizando deportes o actividades físicas.
- Plan de Alimentación Adaptado En diálisis peritoneal, la dieta juega un papel fundamental en el bienestar del paciente. Es posible que deba limitar ciertos nutrientes como el sodio, fósforo y calorías. Además, deberá estar atento al consumo de líquidos, ya que el exceso se acumula entre los tratamientos. Un dietista especializado puede ayudar a adaptar un plan de alimentación adecuado, que también puede incluir un aumento en la ingesta de proteínas y la suplementación con vitaminas para pacientes renales.
- Medicamentos y Cambios en el Tratamiento Durante la diálisis, los medicamentos pueden necesitar ajustes. El médico evaluará periódicamente las necesidades del paciente y hará las modificaciones necesarias en función de los análisis y el progreso del tratamiento.
- Adaptación a la Nueva Rutina Adaptarse al tratamiento de diálisis peritoneal puede ser desafiante tanto para el paciente como para su familia. Es posible que el paciente experimente fatiga y necesite renunciar a algunas responsabilidades o actividades cotidianas. Hablar con un trabajador social o consejero puede ayudar a manejar este proceso de adaptación.
Hemodiálisis
La hemodiálisis es un tratamiento que filtra toxinas, exceso de agua y equilibra minerales como potasio, sodio y calcio en la sangre, reemplazando parte de la función de los riñones cuando están dañados. Aunque no cura la insuficiencia renal, puede mejorar la calidad de vida y ayudar al paciente a vivir más tiempo.
Durante el tratamiento, la sangre se extrae del cuerpo y pasa a través de un filtro especial llamado dializador o “riñón artificial”. Este proceso elimina las toxinas y devuelve la sangre limpia al organismo.
¿Cómo funciona la hemodiálisis?
- Preparación:
- Una enfermera o técnico coloca dos agujas en el brazo del paciente, conectadas a tubos que llevan la sangre a la máquina de diálisis.
- Si el paciente lo prefiere, puede aprender a colocarse las agujas con capacitación.
- Filtración:
- La sangre fluye por el dializador, donde pasa a través de fibras huecas.
- La solución de diálisis circula alrededor de estas fibras en dirección opuesta, capturando toxinas, exceso de sal y líquido.
- La sangre limpia regresa al cuerpo.
- Control del proceso:
- La máquina monitorea continuamente la presión arterial y regula el flujo de sangre y la eliminación de líquidos.
Personalización del tratamiento
El nefrólogo ajusta la solución de diálisis, que contiene agua y sustancias químicas específicas, según las necesidades del paciente. Cambios en la solución pueden hacerse si:
- Los análisis de sangre muestran niveles inadecuados de minerales como potasio o calcio.
- El paciente experimenta problemas como presión arterial baja o calambres musculares.
¿Dónde se puede realizar la hemodiálisis?
Los pacientes tienen dos opciones principales para recibir tratamiento de hemodiálisis: en un centro de diálisis o en casa. Cada opción tiene ventajas y desventajas que deben evaluarse según las necesidades y estilo de vida del paciente.
Hemodiálisis en un centro de diálisis
La mayoría de los pacientes reciben su tratamiento en un centro especializado. Aquí, un equipo de profesionales de la salud se encarga de configurar la máquina, conectar al paciente y supervisar el proceso. Este equipo incluye médicos, enfermeras, técnicos, un dietista y un trabajador social que trabajan juntos para brindar atención integral.
- Ventajas:
- Atención profesional en todo momento.
- Menos responsabilidad para el paciente en cuanto al manejo del equipo.
- Acceso inmediato a apoyo médico en caso de complicaciones.
- Horario fijo:
Los tratamientos se realizan tres veces por semana en horarios preestablecidos, generalmente:- Lunes, miércoles y viernes, o
- Martes, jueves y sábado.
Cada sesión dura aproximadamente 4 horas.
- Al elegir un horario, es importante considerar actividades como el trabajo, el cuidado de niños y otras responsabilidades diarias.
La hemodiálisis en un centro puede ser una opción cómoda y segura para quienes prefieren recibir supervisión médica directa durante su tratamiento.
Hemodiálisis en Casa
La hemodiálisis en casa permite realizar tratamientos más largos y frecuentes, acercándose a la función natural de los riñones saludables. Los pacientes pueden recibir entre tres y siete sesiones semanales de 2 a 10 horas cada una, utilizando una máquina compacta que se coloca en una mesa auxiliar.
Opciones de Tratamiento
- Hemodiálisis estándar: Tres veces a la semana, 3 a 5 horas.
- Hemodiálisis diaria corta: 5 a 7 días a la semana, 2 a 4 horas.
- Hemodiálisis nocturna: Tres a seis veces por semana, mientras se duerme.
El médico ajustará el plan según las necesidades del paciente.
Ventajas
Más diálisis significa:
- Comer y beber más normalmente.
- Menos medicación para controlar la presión arterial.
También ayuda a reducir los problemas comunes de la hemodiálisis estándar, como calambres, presión arterial irregular y niveles altos de fosfato.
Mejora en la Calidad de Vida
Los pacientes que optan por la hemodiálisis más frecuente o prolongada sienten más energía, menos náuseas y mejor descanso.
Capacitación
El paciente necesitará un acompañante capacitado para realizar los tratamientos en casa, lo que garantiza la seguridad y eficacia del proceso.
La hemodiálisis en casa ofrece flexibilidad, mayores beneficios y mejora la calidad de vida.
Antes de comenzar el tratamiento de hemodiálisis, es necesario realizar una pequeña cirugía para crear un acceso vascular, que será el punto de conexión entre el paciente y el dializador. La hemodiálisis filtra la sangre a alta velocidad, por lo que el acceso debe ser adecuado para permitir que la sangre fluya con rapidez. Este acceso es el lugar donde se insertarán las agujas para que la sangre fluya hacia el filtro y regrese al cuerpo.
Existen tres tipos de acceso vascular:
- Fístula arteriovenosa (AV)
- Injerto AV
- Catéter
Este paso es crucial para el éxito del tratamiento de hemodiálisis, ya que asegura un flujo sanguíneo adecuado para filtrar las toxinas y el exceso de líquidos del cuerpo.

Cambios y cuidados
Cuando un paciente comience la hemodiálisis, tendrá que hacer varios ajustes en su vida diaria para incorporar las sesiones de tratamiento y los cuidados relacionados. Uno de los primeros cambios será adaptarse a la nueva rutina, que puede incluir descansar después de cada sesión. Además, es posible que deba modificar sus horarios laborales y familiares, renunciando a algunas actividades o responsabilidades. Estos ajustes pueden ser difíciles tanto para el paciente como para su familia, por lo que contar con el apoyo de un consejero de salud mental o un trabajador social puede ser fundamental.
En cuanto a la dieta, los pacientes en hemodiálisis deberán hacer cambios importantes. Es probable que tengan que reducir la ingesta de sodio, fósforo y líquidos, ya que el exceso de estos puede acumularse en el organismo entre las sesiones de diálisis. También podrían necesitar aumentar el consumo de proteínas, ya que la diálisis puede eliminarlas, y seleccionar alimentos con la cantidad adecuada de potasio. Consultar con un dietista especializado es clave para crear un plan de alimentación adecuado.
Otro aspecto importante es cuidar el acceso vascular, que es esencial para el tratamiento. El paciente debe lavar y revisar la zona del acceso todos los días para detectar signos de infección, como enrojecimiento o calor. Además, si no puede sentir la vibración en el acceso, debe informarlo al centro de diálisis.
Fuentes: